Carlo Goldoni

por Pedro Gramuglia y Milagros de la Piedra

En este texto vamos a explicar la historia de Goldoni, el desarrollo y las características de todas sus obras y como su teatro influyó en Italia, Europa y el resto del mundo. Toda la información fue extraída de biografías, diccionarios, videos informativos y reseñas. Como información inicial; Carlo Goldoni fue un dramaturgo nacido el 28 de febrero de 1707 en Venecia.
Además de ser reconocido mundialmente por sus obras, fue importante por iniciar la reforma que impone la situación decadente de la comedia dell’arte. Esta consistia en un espectáculo coral de diversión y fiesta, con un espíritu carnavalesco donde muchos de los personajes iban enmascarados. 

El teatro de Goldoni es apreciable en un marco del teatro europeo contemporáneo, debido a que la misma recoge tradiciones teatrales y espectaculares que influyen en la formación misma del teatro y la teatralidad modernos. Como menciona Max Henriquez Ureña en sus apuntes sobre la literatura italiana, el teatro de Goldoni asegura la práctica teatral y espectacular en pleno barroco europeo, asimilando vertientes populares melodramáticas, poéticas y políticas registradas por la historia del  teatro europeo y universal. 

En efecto, aunque el MHU señala que Goldoni combatió la commedia dell’arte, lo cierto es que una lectura dimensional del dramaturgo italiano demuestra que asimiló el arte y la “teatralita” del barroco y de las farsas populares que conformaron las tradiciones teatrales provenientes de Grecia y Roma, pero también de la Edad Media, atelanas y los tumultos populares de los siglos XV, XVI, XVII.

Algunas de sus obras más conocidas son; “Mornolo Cortesan” (1738), “La donna di Garbo” (1743), “Li servitore di due Padroni” (1746), y “La Posadera”. Esta última se desarrolla en una posada de Florencia. Mirandolina, su  dueña, es una astuta y atractiva joven que se encarga de la posada con ayuda de su mozo Fabrizio. Esta mujer se involucra en enredos amorosos y engaños por beneficios económicos. Esta obra fue impactante para la época ya que rompió con el teatro tradicional y presentó personajes realistas y situaciones cotidianas, lo que fue un  reflejo los cambios sociales y culturales en la sociedad del siglo XVIII. 

“(...) ¿que me dejo rondar? !pues claro! ?¿A qué mujer no le gusta?. Si bien se mira, de ese modo cumplimos nuestros deberes sociales. Pues ¿que seria de tanto modisto, peluquero, joyero, y otras profesiones si las mujeres, así de pronto, decidieramos no agradar?” (La Posadera, Goldoni 1750), página 117.) En esta cita, podemos ver la posición que tiene la mujer en sus obras y la idea de conveniencia infundada por la mujer, y no por un hombre.

Su sucesiva rivalidad con Pietro Chiari y Carlo Grozzi favorecio el despliegue de sus dotes dramáticas a través de las botegas del caffe (1750), La Locandiera (1752), Glinammoratti (1759), I Rusthegi (1760), un curioso accidente (1760) y La Casanova (1760).

Según Ugo Dettore, traductor, “La Casa Nova” es una de las más importantes comedias de Carlo Goldoni (1707-1793). A continuación pasaremos revista de sus características; está escrita en dialecto venenciano, en tres actos, fue representada por primera vez en 1761. Ofrece esta comedia uno de los motivos predilectos de Goldoni: el pequeño drama de la nueva generación en lucha con la antigua. Pero la antigua, tantas veces vencida, encuentra aquí su desquite. Anzoletto y Cecilia, jóvenes esposos, preparan nueva casa, pero Cecilia estropeada por la educación recibida, tiene afanes de lujo, y Anzoletto, demasiado condescendiente, carece de valor para revelarle sus estrecheces y contrae deudas por complacerla. Entretanto, se hace más aguda la incompatibilidad entre Cecilia y Meneghina, hermana de Anzoletto, que se ve obligada a sufrir la supremacía de la cuñada. Ayudada por Checca y Rosina, Meneghina trata de reconciliarse con el tio Cristoforo, el cual, desaprobando el matrimonio de Anzoletto con una joven presuntuosa y sin dote como Cecilia, no quiere saber nada de sus sobrinos. A duras penas logra obtener su apoyo y su protección para Lorenzino, que la ama. Pero los sucesos se precipitan, los obreros que amueblan la casa nueva quieren cobrar, los muebles son hipotecados, y Anzoletto ni siquiera está seguro de su libertad personal.

Entonces se revelan en Cecilia sus recursos de buen sentido y feminidad: corre a ver a Cristofolo, le pide perdón por las locuras que ha cometido y que ha hecho cometer a su esposo, y consigue aplicarlo y obtener su ayuda: Lobenzino y Meneghina se casan, Cristofolo paga las deudas de Anzoletto y la casa nueva se sacrifica a la necesaria economía que debería regir la nueva vida. Como en muchas de las mejores comedias de Goldoni, también en esta, el verdadero protagonista es un ambiente: la casa nueva, que esta vez, sin embargo, es hostil, rechaza a los consternados personajes y es insensible a su drama. Y este drama queda sofocado casi en un segundo plano, que, precisamente por esto, es más intenso. La discordia entre Cecilia y Meneghina, la atolondrada condescendencia de Anzoletto; el ansia con que este sigue la formación de la nueva casa; la confianza un poco exaltada de Cecilia, propia de una esposa novel; la sencillez precavida y sabihonda de Checca y Rosina; la chismosa Lucietta; el bueno, desconfiado y gruñón Cristofolo, forman un mundo completo: el pequeño mundo cotidiano, con todas sus miserias, sus locuras y su íntima e inconsciente bondad.

Todas las obras de Goldoni eran comedias teatrales escritas en italiano, retrataban la vida cotidiana, las costumbres, los estratos sociales y los conflictos de la sociedad Veneciana del siglo XVIII.
Debido al éxito de “una delle ultimate serie di carnovall”, se marchó a París. Donde, en su última época, estrenó la trilogía de Zellinda e lindoro y la boura bienfaisant (1771). Pieza escrita para la comedie francaise.
Falleció el 6 de febrero de 1793, en París, murió estando junto a su esposa Nicoletta Conio, con quien se había casado 57 años antes.
En conclusión, Carlo Goldoni fue un dramaturgo innovador que revolucionó el teatro italiano. Su enfoque realista y sus personajes bien desarrollados marcaron un antes y un después en la historia del teatro, dejando una huella y un legado duradero en la dramaturgia.